Archivo de abejas

Hacia un mundo sin abejas.

Posted in Historias del día a día with tags , , , , , , , , , on 29 junio 2014 by Jdcc

El título de este post es el titular de una noticia leída en un periódico de hoy. Al parecer el mundo se va al carajo no por una crisis nuclear, no por una hambruna global, no por una epidemia provocada sino porque nos estamos quedando sin abejas. Mejor dicho, la acción del hombre directa o indirectamente –otra vez- está provocando la disminución en la población mundial de estos minúsculos seres que nos facilitan la producción agrícola. ¿He dicho facilitan?. Al parecer, no sólo existen para molestarte cuando comes en el campo, también son los responsables de que la mayor parte de la producción agrícola mundial no se derrumbe y se renueve cada año. El problema es de tal magnitud que hasta Barack Obama va a destinar 36 millones de dólares a intentar solucionar el problema además de los fondos que ya destina la Unión Europea (mucho dinero, sí, pero insignificante cantidad para erradicar un problema de índole mundial que podría llegar a perturbar nuestra existencia si lo comparamos con las cantidades destinadas a investigación bélica, que si bien es cierto que también perturba la existencia en el planeta, lo hace en distinto sentido). Todo ello acompañado de no pocos conflictos entre fabricantes, productores y ecologistas para evitar que la raíz del problema no hunda grandes negocios de insecticidas, pesticidas…etc.

De nuevo la naturaleza nos da una sabia lección sobre el equilibrio y las relaciones que mantienen a flote un complejo y a la vez delicadísimo ecosistema donde cada ser insignificante, cada planta, cada minúsculo insecto tiene una misión simple, vana y aparentemente inútil vista en su singularidad pero que, a vista de conjunto, se torna imprescindible e imprescriptible.

Creo que fue Ghandi quien dijo: “el 99% de las cosas que hacemos no valen para nada, pero es sumamente importante que las hagamos”. Acabo de ver una película llamada “Intocable” donde un negro francés de origen senegalés que vive en el extrarradio de París pegado a la delincuencia se convierte en aire fresco y sol templado de la existencia…. en la puerta que abre una segunda oportunidad a sentirse vivo de un culto, tetraplégico multimillonario después de contratarlo como asistente personal. De esa relación imposible nació (porque está basada en hechos reales) una relación personal de amistad, dependencia y crecimiento mutuo incompatible e impensable a priori. No se si fue  Martín Luther King quien dijo, “la gente se odia porque no se conoce, y no se conoce porque no se comunica”.

Como las abejas y las flores, como Ghandi, como Martín Luther King, como Phillippe y Driss (los protagonistas de Intocable), todos podemos ser la muestra de la delicadeza de este mundo, la demostración de que al igual que el equilibrio en la naturaleza, las relaciones entre las personas penden de un finísimo hilo que, o se rompe para sembrar el odio, o se mantiene para iniciar una posible comunicación que puede dar lugar a cualquier tipo de vínculo. Ese acercamiento, esa oportunidad de conocernos, de aproximarnos, de rozarnos, de alimentarnos y enriquecernos recíprocamente para llegar a comprendernos, a ayudarnos, a necesitarnos hasta ser conscientes de nuestra verdadera e inevitable interdependencia, de la importancia que para nosotros pueden tener el resto de las personas que nos encontramos en nuestro camino día a día aunque a primera vista, en una mirada primaria y particular no sea lo más aparente; y viceversa. Así como las abejas se alimentan de las flores, las flores volverán a nacer y existir gracias a la acción de aquellas. No son ni somos un círculo cerrado ni aislado. Es más, se transforma en un círculo vicioso pero hermoso, delicado pero imprescindible, humilde pero esencial del que todos, absolutamente todos dependemos para existir y para vivir. Así, no me queda más que compartir aquella idea de que “..cuando considero las tremendas consecuencias de las pequeñas cosas, me siento tentado a pensar que no hay cosas pequeñas”.