El once y la estrella.

Voy ligado al número once desde el día en que nací. Aunque no creo mucho en las cosas que uno no puede tocar, ver u oír, lo cierto es que mi vida ha seguido girando alrededor de ese número y en más de una ocasión, vinculado a él, encontré el amor, la muerte, la gloria y la derrota. Así es la vida. Al final deja uno la puerta entreabierta a ciertas creencias cuando la experiencia contradice la teoría de lo que pensabas con firmeza. Y fue en once también cuando todo cambió, cuando todos fuimos a una, cuando todos fuimos uno, cuando todos sentimos lo mismo, cuando todos fuimos iguales, cuando todos golpeamos aquella maldita pelota en aquel segundo infinito para conseguir aquella maldita estrella. Quizás por eso fue imparable. Quizás por eso fue tan hermoso. Y es increíble lo que puede llegar a lograr el deporte y la competición con los sentimientos y las emociones. Aquella tarde noche de hace diez años todos fuimos uno y todos fuimos a una, y no resultó tan difícil. Sólo fue cuestión de centrarse en todo eso que nos une. Aquella tarde noche todo un país fue un país sin banderas ni fronteras, y nada pareció algo imposible, y todo resultó tan fácil…

Una respuesta to “El once y la estrella.”

  1. Para mi el once de junio de hace muchos años fue el día más importante de mí vida

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